6/2/14

El salón de Marta


Había una vez una niña que vivía sola en una casa un poco pequeña, pero a ella le gustaba mucho porque era de su abuela. En el suelo puso dos alfombras para sentarse, y una estantería para los libros de Harry Potter, y cuándo salía al balcón veía un bonito paisaje.

Todas las tardes se sentaba en la mesa y veía las noticias en la tele. La  gustaba hacer manualidades así que hizo una lámpara porque cuando quería hacer los deberes la pobre niña no veía  nada; la lámpara era muy bonita, rosa con círculos y rayas verdes.

Un día salió a la calle  y una niña muy amable la dijo:
-¿Qué te pasa? estás muy triste  -y ella llorando la dijo:
-Es que en el pueblo no tengo amigos y mis padres no me hacen caso.

 Entonces, la vio tan triste tan triste que la dijo:
-Pues mira, si quieres podemos ser amigas, y de paso llamo a unos amigos más para que jueguen con nosotras.
 Y desde entonces no volvió a estar sola.


Esta sala la hice con una caja de zapatos. Lo que más me costó fue hacer las cortinas, me ayudó un poco mi abuela que me las cosió.
Andrea

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