28/5/14

Un regalo para La Sirenuca

Hace mucho tiempo, en una nube sobre el mar vivía un ventolin muy bueno que se llamaba Vento.
El estaba completamente enamorado de La Sirenuca.

 Un feliz día La Sirenuca invitó a Vento a su cumpleaños  ¡y claro! Vento al recibir la nota, supo que tendría que hacerle un regalo, pero Vento no sabía el qué.  

Al cabo de un tiempo, mientras que estaba  mirando el mar -entristecido- se fijó en que en el agua brillaba algo, así que fue a mirar qué era.  Al acercarse vio  unas piedras pequeñas, de colores y que además parecían de cristal, Vento se puso tan contento, que fue a meter la mano en el agua, las cogió, y al sacarlas, los colores se apagaron.
Las metió en el agua y volvieron a su color, en un instante supo que sólo producían su color cuando estaban metidas en agua, alli mismo creó una bolsa de aire, donde metió agua y las piedras de colores.

Llegó el día del cumpleaños, y sin embargo estaba muy nervioso. Vento se acerco a La Sirenuca, y le ofreció el regalo, y la dijo lo que sentía por ella; ésta le dijo que si quería podían ser marido y mujer, y él la respondió que sí, y ella dijo:
- Muchas gracias por las piedras, porque esas piedras simbolizaban el amor.

Al cabo de unos años se celebró su boda, y  todo terminó con un final feliz.


Marta Sotero  4º A.

26/5/14

Para adivinar

A ver si acertáis que personajes de la mitología de Cantabria he dibujado en esta  imagen.
Lo podéis escribir en comentarios.
Pablo


22/5/14

Por la ruta verde, de Astillero a la Concha de Villaescusa


Esta ruta la organizó Santi, nuestro profe de Ed. Física.
El viernes  16 de mayo fuimos en tren desde Santander hasta Astillero,  desde aquí  seguimos la ruta verde hasta la finca de Riosequillo en La Concha de Villaescusa.


En la ría de Solía, por Astillero,  vimos tres patos mientras caminábamos.
Aquí os mostramos unas fotos.

Todo el paisaje estaba muy verde ¡claro! como es primavera....

Éstos son restos de una fábrica antigua de fundición.
-Fotos de Marcos-






Y corriendo, corriendo, porque Santi nos llevaba a la velocidad del rayo,  llegamos a la finca Rosequillo, que es un parque muy grande, tiene mucha variedad de vegetación: arbustos, árboles...
En ella vimos aves muy diferentes a las de Santander, por ejemplo: estorninos, águilas, mirlos, milanos.
Primero comimos, que ya teníamos ganas, después de hacer los 5 km. estábamos hambrientos, después jugando y viendo el parque.










Lo pasamos genial en los columpios, también muy contentos porque estábamos con los amigos 
y las dos clases juntas.

En la foto de abajo, dando vueltas y vueltas y yo, Lucía, me estaba mareando.

Santi llamando para hacernos unas fotos todos juntos, 



Si hacéis CLIC en las fotos, las veréis más grandes.




Aqui estamos preparándonos para el regreso,






Esta foto tan bonita la hizo Marcos.


Borel, Marcos, Lucía, Maripaz, Marta y Samuel..

En la próxima entrada hablaremos de los animales que vimos por el camino.