Los jabalís
solos o en compañía no abandonan
nunca su territorio; por la noche, cuando salen a cazar para
alimentarse pueden recorrer de 20 a 30 kilómetros; no hay quien los pare: ni
los caminos, ni los ríos (al ser unos excelentes nadadores los atraviesan sin
ninguna dificultad), ni los cercados de los prados. Siempre siguen el mismo camino,
a menudo durante generaciones, ¡y no se sabe por qué! El camino que forma al
pasar con sus pezuñas siempre por el mismo lugar se llama “paso”.
Continuará.
Fuente:
Título:"Historias fabulosas de los animales"
Autoras: Martine y Caroline Laffon
Editorial: Oniro
Yifan
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