4/6/14

LAS PIEDRAS PRECIOSAS


Había una vez una Ijana que era muy presumida.

Ilustración de  Marta Sotero

Un día se encontró en el bosque una bolsa llena de piedras muy preciosas.


Cuando ella las vio, le gustaron mucho así que quiso llevárselas a su cueva y decorarla con ellas. Entonces  cogió la bolsa y se la llevó corriendo.
Cuando llegó a su cueva en medio del bosque,  las colgó de las paredes, y desde aquel día la oscuridad no existió nunca más en aquella cueva gracias a la hermosa luz de las piedras.

Borel

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