Piti era un niño que vivía en una casa a las afueras de Santander.
En su habitación tenía una cama, una estufa, dos cuadros, una ventana con cortinas y un ventilador en el techo.
Un día, Pati puso los pantalones en la estufa. A la mañana siguiente, cuando Pati se despertó, se encontró con sus pantalones ardiendo; fue rápidamente a por un cubo de agua, pero cuando llegó a su habitación ya estaban allí los bomberos.
Piti se quedó triste pero por la tarde ya estaba su cuarto como nuevo y Piti se quedó muy contento.
Diego
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